
La carne es un alimento que a menudo está en tela de juicio por nutricionistas y vegetarianos.
Recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un informe en el que se evaluó el potencial cancerígeno de dos de las variedades más populares de carne, la carne procesada y la carne roja. Según el informe, el consumo excesivo de estos dos tipos de carne puede aumentar el riesgo de padecer cáncer.
Aunque muchas personas no se imaginan una dieta sin carne, son muchas las personas que han optado por una alimentación en la que la carne no está presente, y si bien la carne puede tener algunos beneficios nutricionales, éstos pueden obtenerse con otros alimentos vegetarianos.
La elección del consumo de carne o no, es una decisión personal, pero si usted se está preguntando si debe consumir carne o no y si está pensando en eliminar por completo este alimento de su dieta o bien recortar su consumo, le señalamos algunos de los cambios o beneficios que se obtienen.
-Salud del corazón.
La carne, así como otros alimentos, es inflamatoria y pueden producir que la inflamación sea crónica, una de las causas de las principales enfermedades entre las que se encuentran las enfermedades del corazón.
La inflamación es una respuesta del organismo para defenderse de cualquier ataque de microorganismos y virus que causan enfermedades, sin embargo la inflamación persistente es perjudicial para la salud.
En la carne roja se encuentra la molécula Neu5Gc que no se producen en el cuerpo y a la que reacciona mediante la activación de la inflamación como respuesta inmune a esa molécula extraña para el cuerpo, por lo que el consumo continuado de carne puede desencadenar que la inflamación persista.
Por otro lado la carne roja contiene un compuesto llamado L-carnitina que puede desencadenar la obstrucción de las arterias, relacionado con las enfermedades del corazón.
Por el contrario, las dietas vegetarianas en su mayoría son anti-inflamatorias y ayudan a proteger el corazón.
-Cáncer.
Como se ha mencionado la inflamación crónica es una causa subyacente de un gran número de enfermedades entre las que también se encuentra el cáncer.
En el informe de la OMS se asoció el elevado consumo de carne roja y carne procesada con un mayor riesgo de sufrir cáncer colorrectal, además de otros estudios realizados en los que se asocia a un mayor riesgo de padecer cáncer cuando la carne se cocina a altas temperaturas debido a que se liberan ciertas sustancias que pueden alterar el ADN humano.
Según un estudio publicado por el British Journal of Medicine, las personas vegetarianas tienen un menor riesgo de padecer cáncer de estómago, ovarios y de vejiga entre otros en comparación con las personas que consumen carne.
El cambio a una dieta vegetariana reduce los ácidos biliares y esteroles neutros, que en grandes cantidades son un factor de riesgo de cáncer de colon, por lo que se disminuiría el riesgo de padecer este tipo de cáncer.
Posibilidades de aumentar los años de vida.
Según un estudio publicado en el American Journal of Clinical Nutrition, determinó que las personas vegetarianas y las que consumían muy poca cantidad de carne, vivían más años en comparación con las que consumían más carne, según los patrones de dieta y personas objeto del estudio.
La sustitución de la carne en la dieta por fuentes de proteína vegetales como productos lácteos, legumbres y frutos secos, puede aumentar la vida útil.
-Pérdida de peso.
A medida que se va eliminando o reduciendo el consumo de carne en la dieta se empieza a perder peso ya que las dietas basadas en vegetales son más bajas en calorías.
Las dietas vegetarianas y veganas son ricas en cereales integrales, verduras y frutas muy ricas en fibra que favorece la pérdida de peso así como los alimentos de origen vegetal son ricos en valores nutricionales y bajos en calorías.
Según un estudio se encontró que las personas con sobrepeso que siguieron una dieta vegetariana o vegana perdieron más peso que los que consumían carne aun consumiendo el mismo número de calorías.
-Diabetes.
Según un estudio una dieta vegetariana baja en calorías ayuda a controlar el aumento de peso y regula la sensibilidad a la insulina en pacientes diabéticos.
La carne roja, y especialmente la carne procesada contienen altas cantidades de sodio, nitratos y nitritos, que promueven la resistencia a la insulina mediante la inhibición de la actividad de las células beta responsables de producir insulina.
Por otra parte hay que señalar que las dietas basadas en vegetales así como el consumo de frutos secos, granos enteros, frijoles y productos lácteos bajos en grasa disminuyen significativamente el riesgo de padecer diabetes.
-Presión arterial.
Según los estudios se ha relacionado el consumo de carne roja con la hipertensión arterial así como la carne procesada y la carne roja contienen una alta cantidad de grasas saturadas que a largo plazo puede llegar a obstruir las arterias y conducir a un aumento de la presión arterial.
La carne roja también se asocia con la hipertensión arterial, según un estudio de 2015 publicado en la revista Journal of Medicina Pulmonar y respiratorio.
Por otro lado, un estudio asoció el consumo de una dieta vegetariana basada en vegetales con menores valores en la presión arterial.
-Salud de la piel.
Comer más frutas, verduras y granos enteros aumenta la ingesta de antioxidantes que ayudan a mantener la salud de la piel y ayudan a proteger del daño de los radicales libres que pueden causar signos de envejecimiento como arrugas y manchas.
Por otro lado la carne es una rica fuente de B12, pero un exceso puede llegar a causar condiciones en la piel como el acné.