Las causas concretas de esta enfermedad son desconocidas, por ello también se la denomina fibrosis pulmonar idiopática, sin embargo existen una serie de factores comunes que pueden desencadenar esta condición como la ingesta de ciertos medicamentos, el tabaco, la exposición a radiación, contaminantes ambientales, exposición a ciertas sustancias o enfermedades como el lupus y artritis reumatoide.
Los síntomas que se presentan en el caso de la fibrosis pulmonar crónica pueden variar dependiendo de la causa de la condición, pero por lo general incluyen dificultad para respirar, tos, cansancio y pérdida de peso.
Los tratamientos para esta enfermedad, una vez diagnosticada por el médico, son limitados puesto que el mayor problema de esta enfermedad es que los tejidos de los pulmones no se regeneran. Existen una serie de medicamentos que se recetan para tratar esta enfermedad que son eficaces en el retraso de la formación de cicatrices así como ayudan a mejorar el funcionamiento de los pulmones, sin embargo el trasplante de pulmón es la única opción terapéutica que hay disponible hasta hoy en día.
Se puede hacer uso de distintos remedios naturales junto con el tratamiento prescrito por el médico.
Los siguientes son los mejores remedios que se pueden utilizar para esta condición:
-Dieta.
Se debe seguir una dieta saludable y no comer ningún alimento procesado, alimentos llenos de grasa no saludable, alimentos azucarados y sodio para evitar contraer otra enfermedad que podría empeorar la condición.
-Ejercicio.
Realizar unos pequeños ejercicios de forma regular puede ayudar a mejorar el funcionamiento de los pulmones, eliminar toxinas a través del sudor y mantener una buena forma física.
-Regaliz.
Tomar regaliz natural o en cápsulas ayuda a calmar el sistema inmunológico ayudando así a prevenir más daño pulmonar y promover la restauración del funcionamiento normal de los pulmones.
-Grasas saludables.
El consumo de pescados grasos, frutos secos y semillas, que contienen grasas saludables, ayudan a prevenir la inflamación.
-Alimentos ricos en vitamina C.
La vitamina C también previene la inflamación y tiene propiedades antioxidantes que pueden proteger a los tejidos de los pulmones del daño.