
Durante años se ha utilizado la miel como remedio para tratar las quemaduras y heridas leves y actualmente, debido a las investigaciones, la ciencia le ha dado la razón, en cuanto a la efectividad de este remedio, a nuestros antepasados que han ido trasmitiendo este remedio natural de generación en generación.
Una investigación realizada en la Universidad de Auckland revisó la evidencia científica del poder curativo de la miel como tratamiento para heridas y quemaduras menores.
Esta investigación encontró que la miel actúa de forma más rápida en la curación que con sulfadiazina de plata, un tratamiento tópico farmacológico para las quemaduras. También se demostró que la miel es eficaz en la curación de heridas postoperatorias infectadas y que actúa más rápido que los antisépticos tópicos aplicados con gasa.
Los investigadores calificaron de alta calidad, debido a su efectividad, los apósitos de miel para el tratamiento de las quemaduras en comparación con los apósitos convencionales.
Cómo actúa la miel.
La miel tiene un pH ácido que impide el crecimiento de bacterias y una enzima que produce pequeñas cantidades de peróxido de hidrógeno que aporta propiedades antimicrobianas, así como la miel tiene un efecto anti-inflamatorio.
La miel, al mantener húmeda y protegida la zona de la herida promueve la rápida curación promoviendo la cicatrización y la curación.
Así, la próxima vez que sufra una quemadura leve como las que normalmente ocurren en el hogar, como puede ser quemarse mientras está cocinando, quemaduras solares o bien ha sufrido alguna herida leve, en vez de acudir a su botiquín, puede utilizar la miel para el alivio así como para una rápida curación.
Cómo utilizar la miel como remedio para las quemaduras y heridas de forma natural.
Lo primero que se debe hacer en caso de una quemadura o herida leve es limpiar la zona con agua.
Una vez está limpia el área, aplique una cantidad generosa de miel de Manuka o miel pura orgánica y sin filtrar, y deje actuar hasta que la miel seque por completo.
Una vez ha secado, aplique una gasa o compresa para tapar la herida.
Cambie la compresa y realice el mismo procedimiento tres o cuatro veces al día.